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Ritmo Nevado
Chapter I
Entre las luces y gritos de una gran agrupación de pinguinos, se podía oír la apasionante armonía de guitarras y baterías, todas concluyendo con una voz contando una historia poética mente hablada.
La Penguin Band estaba dando un gran concierto en el muelle de la isla, tocando el tema: Anchors Aweigh. Miles de pinguinos les aplaudían y elogiaban, y entre todos esos fanáticos, se encontraba ZDrako, un penguin azul claro, con una cabellera puntiaguda de color negro, con un hoodie morado y una máscara para la boca negra.
Al terminar el tema, el cantante de la banda, Franky, tomó el micrófono y dirigió unas palabras al público
Muchas gracias a todos por venir, me atrevo a decir que éste ha sido uno de nuestros mejores shows, y nos alegra que nos aya acompañado tanta gente. Agradecemos que nos hallan apoyado desde nuestro comienzo, en todos esos conciertos y quedadas y, creo que, es hora de decirles una noticia.
Cuando Franky dijo aquella última palabra, un gran silencio inundó todo el muelle. Los oídos estaban más afinados que nunca, y ZDrako se acercaba lo que podía para escuchar la noticia muy bien.
Lo hemos pensado, y llegamos a una conclusión. Franky tomó aire y lo dijo
Oficialmente, ante todos ustedes, la Penguin Band se separa.
Repentinamente el silencio que había se rompió por un rotundo «Nooo...» causado por todos los pinguinos que se encontraban en tal sitio. Algunos lloraban, otros se quejaban, otros no entendían la razón, etc, pero ZDrako era el que estaba más destrozado.
Desde muy pequeño, ZDrako era un apasionado de la música y gran fanático de la Penguin Band. Siempre iba a todos sus conciertos y ansiaba formar su propia banda. Además, anhelaba volverse un gran amigo de Bob, el bajista de la banda; era su integrante favorito.
Agradecemos a todos ustedes que nos han acompañado y brindado su apoyo en todo nuestro recorrido, pero, por razones de fuerza mayor, nos hemos visto obligados a dejar la banda. Y antes de terminar este último concierto, queremos dejarles un regalo.
Franky se dio la vuelta e hiso un gesto con la mano a uno de los ayudantes como pidiéndole algo. El ayudante se fue por un momento y cuando volvió, traía consigo los instrumentos de los integrantes de la banda.
Vamos a regalar nuestros instrumentos autografiados a 4 pinguinos afortunados de todos los que se encuentran aquí. Creo que es lo mínimo que podemos hacer para agradecerles.
De repente, la pantalla del concierto que tenía escrito Penguin Band empezó a distorcionarse, y al cabo de unos segundos, en la pantalla se empezó a escribir Sorteador Automático 2000 - Creado por: Gary.
Esta programa se encargará de mostrar en la pantalla un número al azar a base de los números que dicen sus entradas, de esta forma, podremos sortear más fácilmente los instrumentos y evitaremos confusiones.
La gente se emocionó; rápidamente sacaron todos sus entradas de sus bolsillos y clavaron sus miradas en la pantalla. ZDrako también estaba atento; era su oportunidad de tener algo autografiado de su banda favorita, y más cuando era su ultimo show.
Primero sortearemos la guitarra de Petey K. Inicien con el programa, por favor.
Uno de los pinguinos de producción se acercó a la computadora y empezó a tocar unos botones. Unos números aparecieron en pantalla y empezaron a mezclarse, después de unos segundos se detuvo y salió en pantalla el número 1856.
Un pinguino empezó a gritar de la alegría y subió al escenario. Se emocionó mucho más cuando vio que el mismo Petey K lo estaba esperando con la guitarra en manos, y después de unos saludos le entregó la guitarra. El pinguino se sintió muy feliz de ser el primer ganador mientras que otros lo miraban con envidia.
Ahora, la batería de G Billy. Dijo Franky.
En la pantalla empezaron a mezclarse los números, y esta vez salió el 142. Otro pinguino más saltó de la alegría y subió a la tarima. G Billy le abrazó, una foto, y le entregó su bateria, obviamente con las partes de la misma guardadas en sus estuches. El pinguino le agradeció felizmente y volvió a su lugar.
Bueno, llegó el turno de mi teclado. Franky se preparó para recibir a el ganador y el mismo proceso se repitió. En la pantalla salió el número, esta vez 717, el pinguino ganador celebró y subió a la tarima. Abrazo, foto, le dio el instrumento y volvió a su puesto.
Franky estaba a punto de mencionar el último instrumento, pero Bob, el bajista, lo interrumpió tomando el micrófono. Todos los pinguinos se asombraron y empezaron a escuchar atentamente; y más ZDrako, pues quería escuchar lo que su integrante favorito de la banda estaba a punto de decir.
Permíteme Franky Dijo Bob. Se aclaró la garganta con una pequeña tos y se dirigió al público.
Ahora me toca entregar mi bajo y, solamente quería decirle al muy, muy afortunado pinguino que se lo gane... Bob se detuvo por un momento y continuó.
Que lo cuide bien, porque este bajo, es muy especial para mí. Y también le digo esto a los otros pinguinos que se han ganado los instrumentos de mi amigos, pues en aquellos instrumentos, también está una parte de nosotros, y que siempre, al tocar aquellos instrumentos, recuerden la gran banda que somos.
Bob se dio la vuelta para devolverle el micrófono a Franky y fue recibido por todos sus compañeros con un abrazo grupal. De repente, una ola de aplausos sonó en todo el muelle. Los pinguinos se conmovieron ante tal acto de unión entre un grupo de amigos que no pudieron evitar elogiarlo.
Cuando la pantalla empezó a mezclar los números, el silencio volvió rápidamente y los ojos se clavaron en aquel televisor gigante. ZDrako miraba fijamente deseando que saliera su número 017. Apretaba su entrada deseando ser el ganador y mientras la mezcla de números se iba deteniendo, éste estaba mucho más atento.
El momento de la verdad llegó, los números empezaban a salir. ZDrako estaba más atento que nunca por saber el número ganador, y fue entonces cuando primero salió el número 0. La emoción de ZDrako aumentaba mucho; su corazón latía rápidamente, y entonces, salió el número 1. ZDrako estaba a punto de cantar victoria, cuando de repente, empezaron a salir chispas de la pantalla. La máquina empezó a producir unos ruidos extraños y en la pantalla apareció de forma parpadeante la palabra ERROR.
Repentinamente, la máquina explotó junto a la pantalla y el sistema de sonido, pero por suerte, ningún pinguino salió herido. Petey K se levantó del suelo y gritó a todos los pinguinos que se retiraran para evitar a alguien herido por si acaso sucedía otro accidente.
Todos empezaron a salir poco a poco, y con ellos ZDrako pero, de repente, una de las bases de las luces empezó a desarmarse y estaba a punto de caer sobre Bob.
ZDrako vio lo que iba a pasar, y sin pensarlo dos veces, se lanzó directamente hacia el bajista, empujándolo de el medio y rápidamente se alejó a rastras antes de que el soporte cayera al lado de ellos.
Todos los fanáticos quedaron con la boca abierta ante tal suceso, incluidos los miembros de la Penguin Band, y Bob, a jadeas por la impresión, se levantó y ayudo a ZDrako a levantarse también.
Muchas gracias amigo... Hubiese sido aplastado por eso si no fuese por ti, ¡te lo agradezco mucho!. Le dijo Bob con un tono alegre, pero ZDrako no respondía.
«No puedo creerlo» Pensaba ZDrako «Mi ídolo musical me está agradeciendo...» ZDrako trató de responder pero no podía. De repente, alguien le dio un fuerte golpe en la cara y logró reaccionar.
¡Reacciona! Le gritaba el pinguino. Cuando se levanto, se sorprendió al ver la cara de aquel que lo golpeó. Era su mejor amigo Deivid.
Deivid era un pinguino de piel blanca, con un levantado pelo peinado color marrón y un hoodie negro.
No era necesario, pero gracias... Dijo ZDrako.
Pues a mi me parecía necesario... -_-. Respondió Deivid.
Oye disculpa amigo, ¿estás bien?. Dijo Bob. ZDrako se dio la vuelta y esta ves se controló y le respondió.
Oh, sí, si estoy bien
Bueno quería darte las gracias por haberme salvado. No me lo esperaba, ¿por qué lo hiciste?
ZDrako se quedó callado un momento, y luego dijo:
No lo sé... Mis piernas se movieron solas...
Pues te lo agradezco mucho, de verdad. Espero poder pagártelo, ¡y creo que sé como!.
Bob tomó su bajo y se lo enseñó a ZDrako.
¡Tú serás quien se quede con mi bajo!
ZDrako no podía creer lo que veía. No pasaron ni 4 segundos y empezó a saltar de la alegría como nunca antes, una gran sonrisa se formó en su cara y luego se calmo. Tomó la guitarra y empezó a contemplarla.
Guau... ¡Gracias Bob! Esto es... Dios... No puedo creerlo. ¡Gracias¡
No hay de que, es lo menos que puedo hacer para devolverte el favor. ¡Vamos! Tócala, quiero ver si tienes talento.
ZDrako se quedó pasmado ahí. Los nervios lo dominaron y no sabía que hacer. Veía a la Penguin Band que le asentían para que tocara, pero por dentro el no quería. Paralizado, Deivid le puso la mano en el hombro a ZDrako y le dijo de forma relajada:
Cálmate, no te pongas nervioso, si quieres, puedo tocar junto a tí.
ZDrako se calmó un poco y le asintió con la cabeza. Deivid fue por su batería y la armó.
ZDrako y Deivid se pusieron en posición, Deivid tomó sus palillos y ZDrako tomó el bajo. Algunos pinguinos vieron que iban a tocar así que se acercaron, lo que puso más nervioso a Drako, pero logró calmarse. Respiró hondo, tomó valentía y gritó.
Agradecemos a todos ustedes que nos han acompañado y brindado su apoyo en todo nuestro recorrido, pero, por razones de fuerza mayor, nos hemos visto obligados a dejar la banda. Y antes de terminar este último concierto, queremos dejarles un regalo.
Franky se dio la vuelta e hiso un gesto con la mano a uno de los ayudantes como pidiéndole algo. El ayudante se fue por un momento y cuando volvió, traía consigo los instrumentos de los integrantes de la banda.
Vamos a regalar nuestros instrumentos autografiados a 4 pinguinos afortunados de todos los que se encuentran aquí. Creo que es lo mínimo que podemos hacer para agradecerles.
De repente, la pantalla del concierto que tenía escrito Penguin Band empezó a distorcionarse, y al cabo de unos segundos, en la pantalla se empezó a escribir Sorteador Automático 2000 - Creado por: Gary.
Esta programa se encargará de mostrar en la pantalla un número al azar a base de los números que dicen sus entradas, de esta forma, podremos sortear más fácilmente los instrumentos y evitaremos confusiones.
La gente se emocionó; rápidamente sacaron todos sus entradas de sus bolsillos y clavaron sus miradas en la pantalla. ZDrako también estaba atento; era su oportunidad de tener algo autografiado de su banda favorita, y más cuando era su ultimo show.
Primero sortearemos la guitarra de Petey K. Inicien con el programa, por favor.
Uno de los pinguinos de producción se acercó a la computadora y empezó a tocar unos botones. Unos números aparecieron en pantalla y empezaron a mezclarse, después de unos segundos se detuvo y salió en pantalla el número 1856.
Un pinguino empezó a gritar de la alegría y subió al escenario. Se emocionó mucho más cuando vio que el mismo Petey K lo estaba esperando con la guitarra en manos, y después de unos saludos le entregó la guitarra. El pinguino se sintió muy feliz de ser el primer ganador mientras que otros lo miraban con envidia.
Ahora, la batería de G Billy. Dijo Franky.
En la pantalla empezaron a mezclarse los números, y esta vez salió el 142. Otro pinguino más saltó de la alegría y subió a la tarima. G Billy le abrazó, una foto, y le entregó su bateria, obviamente con las partes de la misma guardadas en sus estuches. El pinguino le agradeció felizmente y volvió a su lugar.
Bueno, llegó el turno de mi teclado. Franky se preparó para recibir a el ganador y el mismo proceso se repitió. En la pantalla salió el número, esta vez 717, el pinguino ganador celebró y subió a la tarima. Abrazo, foto, le dio el instrumento y volvió a su puesto.
Franky estaba a punto de mencionar el último instrumento, pero Bob, el bajista, lo interrumpió tomando el micrófono. Todos los pinguinos se asombraron y empezaron a escuchar atentamente; y más ZDrako, pues quería escuchar lo que su integrante favorito de la banda estaba a punto de decir.
Permíteme Franky Dijo Bob. Se aclaró la garganta con una pequeña tos y se dirigió al público.
Ahora me toca entregar mi bajo y, solamente quería decirle al muy, muy afortunado pinguino que se lo gane... Bob se detuvo por un momento y continuó.
Que lo cuide bien, porque este bajo, es muy especial para mí. Y también le digo esto a los otros pinguinos que se han ganado los instrumentos de mi amigos, pues en aquellos instrumentos, también está una parte de nosotros, y que siempre, al tocar aquellos instrumentos, recuerden la gran banda que somos.
Bob se dio la vuelta para devolverle el micrófono a Franky y fue recibido por todos sus compañeros con un abrazo grupal. De repente, una ola de aplausos sonó en todo el muelle. Los pinguinos se conmovieron ante tal acto de unión entre un grupo de amigos que no pudieron evitar elogiarlo.
Cuando la pantalla empezó a mezclar los números, el silencio volvió rápidamente y los ojos se clavaron en aquel televisor gigante. ZDrako miraba fijamente deseando que saliera su número 017. Apretaba su entrada deseando ser el ganador y mientras la mezcla de números se iba deteniendo, éste estaba mucho más atento.
El momento de la verdad llegó, los números empezaban a salir. ZDrako estaba más atento que nunca por saber el número ganador, y fue entonces cuando primero salió el número 0. La emoción de ZDrako aumentaba mucho; su corazón latía rápidamente, y entonces, salió el número 1. ZDrako estaba a punto de cantar victoria, cuando de repente, empezaron a salir chispas de la pantalla. La máquina empezó a producir unos ruidos extraños y en la pantalla apareció de forma parpadeante la palabra ERROR.
Repentinamente, la máquina explotó junto a la pantalla y el sistema de sonido, pero por suerte, ningún pinguino salió herido. Petey K se levantó del suelo y gritó a todos los pinguinos que se retiraran para evitar a alguien herido por si acaso sucedía otro accidente.
Todos empezaron a salir poco a poco, y con ellos ZDrako pero, de repente, una de las bases de las luces empezó a desarmarse y estaba a punto de caer sobre Bob.
ZDrako vio lo que iba a pasar, y sin pensarlo dos veces, se lanzó directamente hacia el bajista, empujándolo de el medio y rápidamente se alejó a rastras antes de que el soporte cayera al lado de ellos.
Todos los fanáticos quedaron con la boca abierta ante tal suceso, incluidos los miembros de la Penguin Band, y Bob, a jadeas por la impresión, se levantó y ayudo a ZDrako a levantarse también.
Muchas gracias amigo... Hubiese sido aplastado por eso si no fuese por ti, ¡te lo agradezco mucho!. Le dijo Bob con un tono alegre, pero ZDrako no respondía.
«No puedo creerlo» Pensaba ZDrako «Mi ídolo musical me está agradeciendo...» ZDrako trató de responder pero no podía. De repente, alguien le dio un fuerte golpe en la cara y logró reaccionar.
¡Reacciona! Le gritaba el pinguino. Cuando se levanto, se sorprendió al ver la cara de aquel que lo golpeó. Era su mejor amigo Deivid.
Deivid era un pinguino de piel blanca, con un levantado pelo peinado color marrón y un hoodie negro.
No era necesario, pero gracias... Dijo ZDrako.
Pues a mi me parecía necesario... -_-. Respondió Deivid.
Oye disculpa amigo, ¿estás bien?. Dijo Bob. ZDrako se dio la vuelta y esta ves se controló y le respondió.
Oh, sí, si estoy bien
Bueno quería darte las gracias por haberme salvado. No me lo esperaba, ¿por qué lo hiciste?
ZDrako se quedó callado un momento, y luego dijo:
No lo sé... Mis piernas se movieron solas...
Pues te lo agradezco mucho, de verdad. Espero poder pagártelo, ¡y creo que sé como!.
Bob tomó su bajo y se lo enseñó a ZDrako.
¡Tú serás quien se quede con mi bajo!
ZDrako no podía creer lo que veía. No pasaron ni 4 segundos y empezó a saltar de la alegría como nunca antes, una gran sonrisa se formó en su cara y luego se calmo. Tomó la guitarra y empezó a contemplarla.
Guau... ¡Gracias Bob! Esto es... Dios... No puedo creerlo. ¡Gracias¡
No hay de que, es lo menos que puedo hacer para devolverte el favor. ¡Vamos! Tócala, quiero ver si tienes talento.
ZDrako se quedó pasmado ahí. Los nervios lo dominaron y no sabía que hacer. Veía a la Penguin Band que le asentían para que tocara, pero por dentro el no quería. Paralizado, Deivid le puso la mano en el hombro a ZDrako y le dijo de forma relajada:
Cálmate, no te pongas nervioso, si quieres, puedo tocar junto a tí.
ZDrako se calmó un poco y le asintió con la cabeza. Deivid fue por su batería y la armó.
ZDrako y Deivid se pusieron en posición, Deivid tomó sus palillos y ZDrako tomó el bajo. Algunos pinguinos vieron que iban a tocar así que se acercaron, lo que puso más nervioso a Drako, pero logró calmarse. Respiró hondo, tomó valentía y gritó.
3 2 1!
Al terminar de tocar, empezaron a sonar unos pocos aplausos que se fueron haciendo muchos más. Los pinguinos habían escuchado la canción y les había encantado. ZDrako y Deivid vieron a toda la gente aplaudiéndoles y elogiándoles que se sorprendieron. La Penguin Band se les acercó con una sonrisa para felicitarles.
¡Eso fue fabuloso! ¡Tienen un gran talento para la música!. Dijo Bob.
¡Tocas muy bien la batería Deivid! Dijo G Billy, el baterista de la Penguin Band.
¡Me sorprendieron bastante la verdad! Dijo Petey K, el guitarrista de la Penguin Band.
¡Creo que todos concordamos en que lo hicieron muy bien! ¿No han pensado en formar un dúo o una banda? Preguntó Franky.
ZDrako y Deivid se miraron entre sí; Drako sí había pensado en formar una banda, pero no esperaba que solo fuese de dos personas, y a Deivid también le gusta tocar música, pero nunca había pensado en formar una banda.
De repente, algunos pinguinos empezaron a gritar que formaran una banda, otros pinguinos les siguieron y la Penguin Band también se los sugería. Drako y Deivid se acercaron un momento y lo pensaron.
Pasaron unos dos minutos y fue ahí cuando se decidieron.
Bueno, lo hemos pensado, y ahora que la Penguin Band está separada, ¿alguien más debe sustituirlos no?. Dijo Drako alegre.
Puede que seamos solo dos pero creemos que podremos arreglárnoslas. Dijo Deivid de forma relajada.
Asi que... ¡Formaremos nuestra banda!. Grito ZDrako y todos los pinguinos presentes empezaron a aplaudir.
¡Muy bien! ¿Y cómo la llamarán? Pregunto Bob.
ZDrako y Deivid sonrieron por un momento y luego le respondieron.
La isla siempre es bastante fría, Y siempre tiene esa sensación nevada! Y como ahora vamos a tocar con ese ritmo helado, vamos a llamarnos...
¡¡RITMO NEVADO!!
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Bueno jugadores, espero les haya gustado el primer capítulo de Ritmo Nevado, la nueva historia musical que estaré subiendo aparte de las novedades del juego. Cabe aclarar que simplemente es ficción, y que todo lo escrito no ha sucedido en realidad, simplemente es una historia que quise compartir con ustedes =3.
Bueno jugadores, espero les haya gustado el primer capítulo de Ritmo Nevado, la nueva historia musical que estaré subiendo aparte de las novedades del juego. Cabe aclarar que simplemente es ficción, y que todo lo escrito no ha sucedido en realidad, simplemente es una historia que quise compartir con ustedes =3.
Si te gustó este capítulo y quieres saber como continúa esta historia, ¡déjalo en los comentarios! que pronto estaré subiendo el capítulo dos de la misma.
Bueno penguins, yo me despido.
¡!Hasta otra!!
Créditos
Idea: ZDrako
Historia: ZDrako y Deivid
Diseño de personajes: Deivid
La idea y diseño de los integrantes de la Penguin Band son pertenecientes a Disney Club Penguin
El cover utilizado en el capítulo pertenece a Omar Cabán (Yuri Fox) Dar click aquí para ver el vídeo original.
La música llena vacíos, un mundo sin música es un mundo vacío"

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